El SENA no solo capacita individuos; transforma realidades sociales. Según datos oficiales, el 89% de los egresados proviene de estratos 1, 2 y 3, demostrando cómo la educación gratuita rompe ciclos de pobreza. Cada año, más de 500,000 nuevos estudiantes acceden a oportunidades laborales que elevan sus ingresos familiares en un 40% en promedio (Observatorio Laboral SENA). Además, el SENA impulsa la equidad regional: el 62% de sus centros de formación están ubicados en zonas rurales y ciudades intermedias, llevando desarrollo a regiones históricamente marginadas. Programas como “SENA Emprende Rural” han generado más de 25,000 empleos en el campo colombiano, mientras que alianzas con víctimas del conflicto armado han capacitado a 150,000 personas para su reintegración económica. Esto convierte al SENA en el mayor motor de movilidad social del país, donde cada peso invertido retorna a la sociedad en forma de empleo formal, emprendimientos sostenibles y reducción de desigualdades.